En Italia, en el año de 1580, fue cuando se reconoció la influenza como la conocemos hoy, su nombre se le debe a que se consideraba una consecuencia de los movimientos de los astros, por lo que se le llamó influencia de las estrellas. Aunque el virus que la provoca se cree que nació en Asia y se extendió a distintas partes del mundo.
Desde entonces esta enfermedad ha estado presente, antes de la pandemia del Covid 19, se calculaba que cada año se daban de 3 a 5 millones de casos de enfermedades graves y cerca de 290,000 a 650,000 muertes en todo el mundo.
Tipos de virus de la influenza
La influenza es causada por un virus que afecta las vías respiratorias y se contagia al convivir con personas enfermas cuando hablan o tosen y despiden aerosoles contaminados, o por manipular superficies infectadas y tocarse la nariz o la boca.
Los virus de la influenza se clasifican en A, B, C y D. Los dos primeros son los que pueden causar enfermedad en los humanos y epidemias, se sabe que hay una importante variedad de virus de la influenza, entre distintos animales.
Las pandemias se originan al surgir un nuevo virus de influenza A que se contagia con facilidad, en los últimos 100 años se han dado cuatro pandemias por influenza. Mientras que los virus tipo C sólo dan origen a enfermedades leves y parece que no originan epidemias. Y los virus tipo D infectar en especial al ganado y se cree que no afecta a las personas.
A la vez los virus tipo A se dividen en dos subtipos clasificados en dos proteínas, las cuales se encuentran en su superficie. De la proteína hemaglutinina existen 18 subtipos (H1 a H18) y de la neuraminidasa hay 11 subtipos (N1 a N11). Estas proteínas actúan como antígenos, los cuales son importantes, debido a que permiten que el sistema inmune los identifique para crear anticuerpos, siempre y cuando se cuente con la vacuna adecuada, que ayude a tener inmunidad. Aunque se reconoce la existencia de cerca de 130 combinaciones de subtipos de influenza A, en especial en aves.
Los virus de la influenza cambian por pequeñas mutaciones en sus genes que modifica las proteínas de la superficie, los antígenos, lo cual sucede constantemente al contagiar a un organismo y copiarse a sí mismo, es decir, al reproducirse. Por un tiempo los cambios son pequeños, por lo que una vacuna puede ofrecer cierta protección a virus antigéneticamente parecidos. Pero con el tiempo las modificaciones pueden ser mayores, lo que da lugar a virus muy diferentes o puede ser que la variación sea en una ubicación clave, por lo que se requiere una nueva vacuna que proteja contra este virus, de ahí que una misma persona pueda contagiarse de influenza en varias ocasiones. Cabe aclarar que hay virus que mutan poco, como el de la hepatitis o que no cambian.
Una variación mayor puede dar origen a un nuevo subtipo e influenza A, es el caso de la epidemia del 2009 con a la H1N1, de la que la mayoría de las personas carecían de protección.
A consecuencia de los cambios en los virus de la influenza, cada año la OMS determina las cepas del virus de la influenza, para incluirlas en la dosis que se actualizan cada temporada. La vacuna está disponible con tres cepas, la vacuna trivalente, o cuatro, la vacuna cuadrivalente, debido a que ofrece una mayor protección, en especial en población de alto riesgo.
